El comienzo de algo maravilloso

La lectura ha sido importante en mi vida, desde que era tan sólo una niña de cuatro años, mis padres y mis maestros del colegio, me la inculcaron; aún recuerdo a mi profesora Daysi enseñándome las bases de lo que sería tan solo el comienzo de algo maravilloso, ella con su gran paciencia, con la cual me siento profundamente agradecida, nos impulsó al mundo de la lectura. Mi primera experiencia con la lectura, fueron las frases cortas como mi mama me ama, mi mama me mima, entre otras que vagamente recuerdo; aparte de lo que yo estudiaba en el colegio, mis padres también me impulsaban a sumergirme en este mundo, la lectura para ellos era parte fundamental de mi formación; me compraron unos cuentos que venían con un casete, este me ayudaba a seguir las historias a medida que el narrador las contaba, así que desde muy temprana edad, la lectura y yo hemos estado unidas.

 Una de las cosas que más recuerdo, es cuando mis padres supieron que yo ya podía leer, según ellos el sentimiento que generó este pequeño avance en mi vida, fue de emoción; como cuando yo dije mi primera palabra, y sucedió de esta manera: mi madre antes de ir al trabajo, dejaba una nota, en cual especificaba cual sería mi desayuno, para que Rosa( una de las mujeres más importantes de mi vida) me lo hiciera; un día ella dejo la nota a mi alcance y yo la leí en voz alta, en esa nota iban escritas  las siguientes palabras:  Rosa por favor preparar avena con fruta, desafortunadamente este desayuno no era mi favorito, la reacción de mi madre fue única, lo primero que hizo fue reírse, luego como premio por aprender a leer, cambio mi desayuno, desde ese día mi mamá dejo de poner notas y yo aprendí a leer.